Condiciones de salud mental durante la pandemia por COVID-19

La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto significativo en la salud mental de la población a nivel global. Diversos factores relacionados con la pandemia aumentaron el riesgo de desarrollar o exacerbar condiciones de salud mental, incluyendo: El aislamiento social, la incertidumbre y el estrés, y los cambios en la rutina generaron ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.

El duelo por alguna pérdida, los sentimientos de culpa y los cambios en la dinámica familiar generaron depresión, ansiedad, estrés postraumático y otros problemas de salud mental.

El aumento del consumo de sustancias para afrontar el estrés y la ansiedad generó dependencia, problemas de salud y empeoramiento de condiciones preexistentes.

Aumento de la violencia intrafamiliar generó trauma, miedo, ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental en las víctimas.

Estos factores, combinados, crearon un entorno propicio para el desarrollo o exacerbación de condiciones de salud mental. Algunos grupos poblacionales fueron particularmente afectados, como las mujeres, los jóvenes, las personas con bajos ingresos, las personas con condiciones preexistentes de salud mental y los trabajadores de la salud.

En respuesta a este impacto, se implementaron medidas de salud pública, como:

Acceso a servicios de salud mental, ampliando el acceso a atención psicológica, psiquiátrica y psicosocial para atender la demanda de ayuda.

Se sensibilizó a la población sobre la importancia de la salud mental y se brindó información sobre dónde y cómo buscar ayuda.

La pandemia ha tenido un impacto negativo en la salud mental de la población, también ha generado un mayor reconocimiento de la importancia de la salud mental y ha impulsado el desarrollo de estrategias para abordarla.