Los países de todo el mundo han introducido medidas para reducir el daño de la pandemia COVID-19. Aunque la mayoría de los países piden a las personas que eviten las reuniones públicas y sean conscientes del distanciamiento social, varios países han introducido restricciones más estrictas en otros aspectos de la vida.

Poco después de que hubiera señales de COVID-19 en Sudáfrica, el gobierno implementó una prohibición de la venta de alcohol como parte de su respuesta de salud pública.

El alcohol tiene una pesada carga para los servicios de salud pública y la intención de la prohibición es aliviar la presión para que la energía pueda centrarse mejor en hacer frente a los daños causados por COVID-19.

Desde que se han introducido las restricciones, el país ha visto una marcada reducción de la violencia, la tasa de mortalidad violenta y los casos de trauma hospitalario.

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