Jose Luis Vazquez Martinez

Alcohol y Tabaco, drogas de inicio

Jose Luis Vazquez Martinez - 25 May 2021

Por sus efectos en los órganos y sistemas del cuerpo, el alcohol y el tabaco tienen serias implicaciones en la salud, tanto a corto como a largo plazo. Actualmente, estas dos drogas son responsables de una gran cantidad de enfermedades y muertes en el mundo, y están ampliamente disponibles por su carácter legal. Además de los daños que producen directamente sobre el organismo, hay evidencia sólida de que consumir alcohol y tabaco a edades tempranas incrementa el riesgo de experimentar con otras drogas.

 

Denise KandelDesde 1975, la investigadora Denise Kandel comunicó sobre este fenómeno en sus observaciones y con ello desarrolló el modelo explicativo del consumo de drogas al que se conoce como Modelo Evolutivo o Modelo de “la Escalada”. Al paso del tiempo, estos conceptos han recibido muchas críticas, aludiendo a que existen muchos otros factores que desarrollan la adicción. A pesar de las críticas, las investigaciones recientes han respaldado esta teoría. El 22 de marzo de 2011, la Academia de Finlandia publicó los resultados de una investigación que siguió a una cohorte desde 1994, en la cual se observó que los jóvenes que comenzaron a fumar a los 12 años de edad o antes, tenían 26 veces más riesgo de experimentar con otras drogas al cumplir 17 años, en comparación con los que nunca habían fumado.

 

Podemos corroborar la teoría de Kandel con algunos datos. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2008 de México, el consumo de alcohol y tabaco durante la adolescencia incrementa la probabilidad de usar otras drogas como la mariguana o la cocaína. Del total de personas que comenzaron a fumar tabaco antes de los 18 años de edad, 14.2% probaron experimentalmente la mariguana. En comparación, de quienes comenzaron a fumar tabaco entre los 18 y 25 años de edad, solamente 5.4% probaron experimentalmente la mariguana. En el caso de la cocaína, la proporción de usuarios experimentales fue de 7.6% para los que empezaron a fumar tabaco antes de los 18 años, y de 3.8% para los que tenían entre 18 y 25 años.

 

Para todas las otras drogas se presenta la misma tendencia: 17% del total de los que empezaron a fumar antes de cumplir 18 años experimentaron con otras drogas; comparativamente, esto solo ocurrió en 6.9% de quienes comenzaron a fumar entre los 18 y 25 años, y todavía en una menor proporción en quienes fumaron por primera vez después de los 26 años (1.2%).

 

En conclusión, entre más temprano se inicie el consumo de tabaco es más probable experimentar con otras drogas.

 

Con respecto al alcohol, la ENA 2008 reporta que del total de quienes bebieron alcohol antes de los 18 años, 15.8% experimentaron con otras drogas; de los que comenzaron a beber entre los 18 y los 25 años, solamente 4.7% experimentaron con otras drogas y de quienes empezaron a beber después de los 26 años, sólo el 1.2%.

 

Estos resultados nos indican que el inicio temprano en el consumo de alcohol y tabaco facilita que se prueben otras drogas, por lo que se debe continuar con la aplicación de medidas preventivas dirigidas a niños y adolescentes para evitar el consumo, o al menos retrasar la edad de inicio.

 

Las mamás y los papás que quieren prevenir las adicciones en sus hijas e hijos, pueden aprovechar la importancia de evitar que niñas, niños y adolescentes se inicien en el consumo de alcohol y tabaco. Lamentablemente en muchas ocasiones la sociedad tolera y hasta fomenta el consumo de estas drogas a edades tempranas, por ejemplo en fiestas de graduación, cumpleaños, festejos de XV años, así como cuando le piden a sus hijas e hijos comprar cigarros para ellos o hasta prendérselos.

 

Una relación familiar de cariño y respeto, que fomente estilos de vida saludables, con reglas y límites claros es la mejor forma de proteger a los hijos de las drogas.